Una Navidad diferente 

La política la dirigen departamentos de marketing. Siempre ha sido así, no nos engañemos, pero en los últimos tiempos esta tendencia a edulcorar las decisiones políticas y convertir en un eslogan cualquier mensaje es ya un poco flagrante. Supongo que consideran que los votantes no somos muchos más avispados que un borrego. Y en realidad no les falta razón. Al fin y al cabo, los gobernantes y la oposición están ahí porque millones de personas los votan y los defienden.

Así que el nuevo eslogan que se han sacado de la manga tras lo de la nueva normalidad (que ahora parece una broma de mal gusto) es la Navidad diferente. Sí, hombre, sí, ya sabemos que va a ser diferente, solo hay salir a la calle y ver a todo el mundo enmascarillado para darse cuenta de que esto no es muy normal. Y solo hace falta encender la televisión para recordar lo diferente que está todo, aunque allá arriba, donde se gestiona nuestras vidas, todo sigue igual.

Para los que trabajamos en hostelería que nos bombardeen con mensajes marketinianos constantemente es un poco frustrante. Porque ya tenemos bastante con el día a día en nuestro trabajo. Este año toca cambiarlo todo para tratar de resistir el envite. He tenido que renegociar con los proveedores que también lo están pasando muy mal. Por ejemplo, he tenido que reducir mi pedido habitual con la empresa de distribucion de tartas congeladas para hosteleria porque, desde luego, no voy a vender lo mismo. Al final, como en todos los negocios, como en todo el capitalismo, es una cadena. Si un eslabón falla, todo se resiente. Pero nos gusta el riesgo y así seguimos.

Por supuesto, quejarse sirve de poco. Al final, nadie se ocupará de nuestro trabajo más que nosotros y hay que tratar de ser positivo. Nosotros estamos intentando reforzar nuestro servicio a domicilio en el que ya teníamos algo de experiencia para tratar de salir a flote. Así que todavía necesito distribución de tartas congeladas para hostelería y otros productos ya que la gente sigue queriendo nuestra comida, aunque no vengan a los restaurantes como antes.