Cada persona invierte hasta seis meses de su vida en buscar las llaves de casa, según un estudio de Ikea y Sigma Dos. Cuando se dispone de un duplicado, la pérdida de las llaves de la vivienda —y del coche o ciclomotor, en menor medida— supone un problema grave; la falta de aquel convierte este suceso en una emergencia en toda regla. De ahí que el duplicado mandos en Vigo sea un servicio tan demandado.
¿Por qué se produce esta pérdida? En la mayoría de los casos, la razón está en los malos hábitos. Cuando los afectados se preguntan dónde olvidaron este objeto, no están realmente desmemoriados, sino faltos de la costumbre de depositar las llaves siempre en un mismo lugar. Este se corresponde, en general, con los armarios llaveros, los ganchos portallaves o el socorrido cuenco junto al recibidor.
Cuando este hábito no está arraigado, la persona corre el riesgo de extraviar las llaves en el bolsillo de una prenda, en superficies como encimeras o mesas o en los intersticios de muebles (sofás, sillones, butacas, etcétera).
Este riesgo se multiplica en viviendas familiares y en pisos estudiantiles, donde múltiples personas toman y dejan las llaves donde les resulta oportuno, sin destinarles un gancho o recipiente en particular. Desplazarse con las llaves en la mochila, el bolso u otro complemento también es común, y puede acarrear pérdidas innecesarias.
Para evitar esta situación, se recomienda proceder con orden y destinar a las llaves un mismo lugar o recipiente en exclusiva. De esta forma, liberar la cerradura, acceder a la vivienda y colgar las llaves en el armario, por ejemplo, se realizarán sin pensar. Interiorizar esta secuencia de acciones garantiza, además, que el juego de llaves estará localizable en todo momento, para cualquier miembro de la familia.