Tres costumbres que deberíamos de cambiar para alimentarnos de forma sana

Hay pequeños hábitos que ayudan a comer de una forma más saludable. En algunos casos, se trata de cambiar costumbres actualizándolas a lo que ahora sabemos sobre alimentación. En otros, cambiar la forma de cocinar y, por último, todo puede depender de tomarse unos minutos para organizarse. Te hacemos tres propuestas muy sencillas que harán que tu forma de comer pueda cambiar de manera muy importante y que comiences a alimentarte de una forma sana. Un buen comienzo para un cambio de hábitos que puede ir mucho más lejos si así lo deseas.

–  untar mantequilla en lugar de margarina. Durante mucho tiempo se nos ha vendido que la margarina era más ligera, tenía menos calorías y era más saludable que la mantequilla. Sin embargo, ahora sabemos que la grasa de los lácteos no es tan perjudicial para la salud, de hecho, incluso es buena en cantidades pequeñas, mientras que la de los productos vegetales como la margarina sí pueden ser nocivas para el organismo dependiendo de su procedencia. Consume mantequilla de forma moderada, pero no renuncies a este placer en el desayuno porque no hay motivos para hacerlo.

– Usar más el horno de casa. En el horno se pueden cocinar gran cantidad de platos saludables y muy sabrosos. Carnes en su jugo o con muy poco aceite, pescados al vapor o al papillote o incluso huevos o pizzas con masas alternativas a las de las harinas que resultan deliciosas y que aportan pocas calorías. El horno es además muy rápido y cómodo, no se mancha mucho y si encima se tiene uno de los modelos autolimpiables más actuales ni siquiera hay que preocuparse por fregarlo.

– Sí a los robots que cocinan. Si quieres comer saludable es importante que cuando tengas hambre haya algo sano esperándote ya que la mayoría de los problemas a la hora de comer vienen por no tener tiempo para cocinar o por tener tanta hambre al llegar a casa de noche que se acaba comiendo de sándwich por no esperar. Los robots que cocinan, sobre todo los que lo hacen a  fuego lento, permiten programar la comida y tenerla lista a la hora que quieras. Así, al llegar a tu casa por la noche puedes tener esperándote pollo asado, un delicioso plato de legumbres o unas verduras al vapor. Y todo estará ya listo. Solo tienes que dejar la olla programada cuando sales a trabajar por la mañana y listo.