Temporada alta 

Nunca me ha gustado viajar en temporada alta, sobre todo a los destinos más habituales del veraneo español. Antes de que nacieran nuestros hijos, mi pareja y yo, siempre que fuera posible, reservábamos el viaje de verano para septiembre, o para junio en alguna ocasión que no se pudo en septiembre. 

Lo bueno de ir en este mes, sobre todo en la segunda quincena, es que te evitas muchos viajeros que van en familia porque los niños ya deben ir al colegio en esas fechas. Además, los precios también son más asequibles. Y se puede aparcar mucho mejor, que también tiene su importancia. ¿O nunca os ha pasado de estar media hora buscando aparcamiento en una zona de playa en pleno agosto? Por eso mucho optan por reservar parkings Alicante. ¿Para qué estar tanto tiempo buscando si puedes tener tiempo si reservas con suficiente antelación? Y a veces hasta pagas menos, porque en muchas zonas, en las calles cercanas a las playas, las plazas son de pago.

Con todo, los tiempos han cambiado para nosotros desde hace unos años, desde que llegaron nuestros dos hijos. Adiós a septiembre y hola a julio y a agosto, viajar cuando todo el mundo viaja, en temporada alta o altísima. No hay otra opción puesto que los peques ya tienen que ‘fichar’ en la segunda semana de septiembre. Los hoteles son bastante más caros y además viajamos cuatro en vez de dos. Pero es lo que hay si quieres disfrutar de unos días en la costa.

Desde luego también está la opción de no viajar y quedarte en casa, pero preferimos hacer un esfuerzo y que los chicos disfruten fuera… y nosotros también. Pero eso sí, en el último viaje nosotros tuvimos claro que debíamos reservar parkings Alicante antes de ir. Ya habíamos estado en ese destino dos veces y no en temporada alta y sabíamos lo que costaba aparcar si tu apartamento no tiene parking privado, que no siempre sucede. Y cuando vas con niños no está la cosa como para estar dando vueltas a la ciudad después de un viaje de 500 kilómetros.