¿Dónde se contrata a un intérprete?

Aunque no es lo más frecuente en ciertos niveles, puede ocurrir que al organizar un acto con una asociación nos encontremos con que tenemos invitados que acuden de otros países y que no hablan nuestra lengua. Esto pasa con frecuencia cuando un mismo invitado hace una ronda por varias sedes de organizaciones, gracias a una invitación de la organización central. Por ejemplo, un médico que acude a hablar a varias asociaciones de enfermos invitado por la federación española de esa enfermedad.

Como este tipo de organizaciones no tienen mucha experiencia en este tipo de cosas, posiblemente no sepan cómo contratar a un intérprete ni dónde hacerlo. El lugar adecuado es una empresa de interpretacion coruña a la que se puede llamar para solicitar este tipo de servicios. Lo habitual es explicar qué se desea, el idioma que debe de manejar el intérprete y el tiempo que se necesitarán sus servicios. A partir de ahí, la empresa entregará un presupuesto que podrá o no ser aceptado por la asociación.

Es común caer en el error de pensar que cualquier persona que hable el idioma puede servir de intérprete, pero nada más lejos de la realidad. Un intérprete tiene que ser muy ágil para poder traducir todo lo que se dice al ritmo de la conversación, sin convertir el discurso en algo aburrido, largo y tedioso. También es importante que sepa trasladar al invitado todo lo que la gente quiere hacerle llegar de una manera muy fiel, por lo que es precisa un alto manejo de la lengua, a veces incluso a nivel de la lengua materna.

Estos profesionales pueden incluso realizar labores de traducción simultánea, la cual es todavía más complicada, ya que el intérprete habla a la vez que el invitado, debiendo traducir lo que dice y escuchar lo que está hablando sin perder el hilo y sin olvidar nada de lo que se comenta. Es un tipo de traducción que no se utiliza en los discursos o charlas pero sí en los medios de comunicación por evitar los espacios en los que la persona habla en otro idioma sin que los que lo escuchan entiendan lo que dice.

Contratar a un buen profesional marcará la diferencia entre un acto ameno y del que se obtengan conocimientos o uno aburrido, confuso y del que nadie acabe sacando nada en claro debido a la falta de entendimiento.