A la nueva oficina

Trabajo en una pequeña empresa informática que va bastante bien, y los jefes han decidido que nos cambiemos a otra oficina más grande. Según ellos es para tener un espacio de comedor (que hasta ahora no teníamos) y para tener más amplitud general porque tienen pensado ir ampliando la plantilla. Pero una vez que hemos llegado a la nueva oficina, no todo ha sido tan satisfactorio como nos los pintaron.

En cuanto entras, cierto que tiene un aspecto impactante: todo muy moderno, muy ‘tecnológico’ e iluminado de una forma muy curiosa. Me gustó tanto que me interesé por el tipo de focos que habían usado y he estado mirando ofertas online Downlights por si las puedo añadir al despacho que me estoy haciendo para los días que trabajo en casa, una de las ventajas de mi empresa.

Como digo, el aspecto es estupendo y esto siempre es importante en una oficina donde se van a pasar muchas horas. Pero en cuanto a lo de la amplitud, ya tenemos más dudas. Sí que son más amplios los dos despachos de los jefes: de hecho, antes no tenían ni despachos… Y como quieren guardar espacio por si se ‘amplía la plantilla’, nosotros estamos un poco más apretujados que antes.

En cuanto al supuesto comedor, tampoco sé si hemos mejorado mucho. En la oficina antigua teníamos un comedor amplio que compartíamos con otras empresas. Es cierto que, en ocasiones, teníamos overbooking, pero por lo general se estaba bastante cómodo. Ahora, el comedor es solo para nosotros, mantiene el diseño del resto del edificio, con sus ofertas online Downlights: parece un lujo comer ahí, pero es una sala muy pequeñita. Y yo casi prefería ver las caras de otras personas a la hora de comer, que no estar siempre ‘juntos’, no sé si me explico…

De cualquier forma, también tengo que decir que soy de los que no suele adaptarse muy bien a los cambios. Seguramente, en un par de meses estaré mucho más cómodo. Aunque quienes, sin duda, ya lo están, son los jefes, con sus despachos con vistas y bien aisladitos de nosotros…