Mayores rarezas de la relojería suiza

La precisión y el lujo están asociados a múltiples nombres en el sector de la relojería: Omega, TAG Heuer, Breitling, Seiko, Patek Philippe, Cartier, etcétera. Pero si debe mencionarse el país que mejor represente a esta industria, Suiza será indistintamente el que acudirá a la mente de la mayoría de consumidores.

 

Existe una demanda internacional de Distribuidor Relojes Eberhard Co en Vigo y de otras marcas suizas porque este país no es sólo un referente chocolatero: también lo es para la industria relojera. Especialmente en la gama alta, Suiza ostenta un pequeño monopolio que factura 30 millones de euros al año y acapara la mitad de la demanda global del sector.

 

Otra de las curiosidades de las marcas de relojes suizos es su popularidad entre los famosos. Un caso extremo es el de Rolex, asociada en el último siglo con personalidades como Paul Newman, Tom Cruise, Dustin Hoffman, James Cameron o Michael Caine. Incluso los personajes de 007, Regreso al futuro o Pulp Fiction aparecen en estos films icónicos luciendo un rolex.

 

Los estadounidenses pusieron un pie en la Luna, pero fueron los suizos los que llevaron un reloj: el Speedmaster de Omega, el modelo con el que Aldrin y Armstrong alunizaron a bordo del Apolo XI en 1969. Este reloj se había fabricado una década antes, en 1957 en la localidad suiza de Bienne.

 

La preferencia de los ingenieros de la NASA por la relojería suiza no fue casual: las unidades de Rolex fueron las primeras en obtener un certificado cronométrico COSC, aval de la elevada precisión de sus mecanismos. De hecho, obtuvieron este reconocimiento a principios del siglo XX, cuando sólo los cronómetros marinos recibían este certificado.

 

Estrechamente relacionados con el medio acuático están los relojes suizos. ¿Por qué? La razón es que fueron los primeros relojes resistentes al agua del mundo. En concreto, esta hazaña fue lograda por el Oyster de Rolex en 1926.