Los intolerantes a la lactosa son personas que cuyo intestino ha dejado de producir lactasa o, al menos, no la produce en suficiente cantidad. Esto hace que haya diferentes grados de intolerancia ya que no es igual una persona que no produce lactasa en absoluto o prácticamente nada, que una que produce cierta cantidad y, por tanto, tolera alimentos con un determinado porcentaje de este azúcar de la leche.
Mientras que el intolerante total puede no tolerar siquiera los lácteos sin lactosa, ya que siempre tienen un pequeñísimo porcentaje de este azúcar, una persona con una intolerancia suave puede consumir productos sin lactosa e incluso otros como el yogur normal, que tiene muy bajos niveles de la misma.
Pero, ¿qué sucede con el queso? Este delicioso producto forma parte de muchos de los platos más importantes de la gastronomía mediterránea y, el queso en sí mismo, es un alimento muy consumido en España. ¿Puede tomarlo un intolerante? La respuesta va a depender de su grado de intolerancia y del tipo de queso que quieran consumir.
El queso sin lactosa es un producto generalmente bien tolerado por las personas que no producen demasiada lactasa. Pero para aquellos que no son intolerantes severos, hay ciertos quesos que pueden consumir sin problema. Cuanto más curado está un queso, menores son los porcentajes de lactosa que contiene ya que esta se va consumiendo en el proceso. Por eso, los quesos manchegos son muy apropiados para personas ligeramente intolerantes, mientras que los quesos mantecosos semicurados y los frescos son los menos tolerados en general.
Las personas con una intolerancia muy alta pueden tener problemas incluso con los quesos sin lactosa o los quesos muy curados. Existen productos vegetales que imitan este lácteo y que, aunque no son lo mismo, pueden sustituirlo en los casos en los que no es posible tomar ningún tipo de queso. Estos productos se elaboran con grasas vegetales y pueden ser bastante sabrosos, permitiendo que estas personas con una intolerancia severa disfruten del mismo.
Gracias a la moda de las dietas veganas, cada vez hay más sucedáneos de queso elaborados con productos vegetales. No obstante, todos aquellos que no sigan una dieta de esta característica y no tengan una intolerancia extrema, pueden disfrutar de este alimento en su versión auténtica y clásica gracias a la gran variedad de quesos curados y quesos sin lactosa que hay en el mercado.