La cortina es un elemento fundamental en la decoración de hogares y oficinas. En el mercado pueden encontrarse tantos diseños como estilos. Y si para cada vivienda hay un tipo de ventana ideal, para cada ventana existe una cortina perfecta.
Las hay de múltiples tipos: desde los clásicos estores plegables y las cortinas enrollables, hasta la sencillez de los visillos o el exotismo de los paneles shoji, entre otras que se detallarán a continuación:
Estores
Los estores, sean plegables o enrollables, se definen como cortinas finas de una sola pieza, pensadas para tamizar la luz solar. Por esta razón, su color y tejido influyen en la percepción de la iluminación dentro del inmueble. Son fáciles de mantener, y su presencia es compatible con otras clases de cortinas más opacas si se desea obtener una mayor privacidad.
Visillos
Pese a su carácter tradicional, el visillo continúa a la vanguardia de la decoración, debido a su versatilidad y opciones de personalización. Como los estores, filtran la luz solar de manera tenue. De este modo, permiten la visión a través de su tela y garantizan, por tanto, una buena iluminación en interiores.
Cortinas enrollables
Clásico indiscutible de las viviendas españolas, la cortina enrollable se compone de una pieza de tela o de numerosas varillas unidas por hilos que se enrollan por la acción de una cuerda y una polea. Por su sencillez, elegancia y polivalencia, este tipo de cortina es una de las mejores opciones en decoración de hogares, comercios y centros de trabajo.
Paneles shoji
La fiebre oriental sigue presente en el mundo de la decoración. La búsqueda de minimalismo ha popularizado los paneles japoneses o de estilo shoji. Históricamente, se emplea en su elaboración el papel washi, pero en la actualidad es posible adquirir modelos de otras telas, de manera que puedan complementarse mejor con los elementos y adornos occidentales.