Cuando tuve el último problema dental que terminó siendo algo bastante grave, aprendí la lección. Hasta ese momento nunca me había planteado tener un seguro dental. Creía que cuidaba bien la boca y que no iba a necesitar una cobertura de ese tipo, al menos no de momento. Pero aquel problema me demostró que un seguro dental es uno de los más rentables que podemos tener.
Y es que desde hace años no se trata solo de mi boca, sino de unas cuantas bocas más. Por eso llegó el momento de contratar un seguro dental familia numerosa. Y no se trata solo de tener un seguro dental rentable y práctico, sino también de encontrar una serie de clínicas en las que sentirse a gusto. Para mí, esto es lo más importante, en realidad.
Siempre he sido una especie de vagabundo cuando se trata de dentistas. No me solía encontrar a gusto con ninguno y optaba por ir cambiando periódicamente. La mayoría de las personas suelen sentirse más tranquilas cuando van siempre al mismo dentista y tiene todo su sentido. Los tratamientos bucodentales son delicados y prefieres estar con personas en las que confías. Pero no sé si es que yo no confiaba en nadie o es que me aburría rápido de que la misma persona me metiese instrumentos metálicos en la boca.
Sea como sea, al final me encontré con aquel problema grave y decidí buscar una nueva clínica. Y por fin di con la tecla. Me sentí a gusto desde el principio, desde la chica de recepción hasta los propios dentistas. Y es que necesito sentirme a gusto para ser fiel a cualquier sitio. Y para qué yo me sienta a gusto tienen que darse muchas circunstancias. Es una sensación que se tiene o no se tiene.
Como me sentí bien en esa clínica y me solucionaron el problema bastante bien teniendo en cuenta su gravedad, decidí contratar seguro dental familia numerosa para que el resto de mi familia acudiera allí. Y ellos están igual de contentos que yo, tanto con el sitio como con la cobertura del seguro.