Si tienes un establecimiento de cara al público, los baños dicen mucho del mismo. Unos buenos acabados son importantes para conseguir la sensación de limpieza y de orden que tan importante es en este tipo de espacios. Pero, además, deben de estar perfectamente equipados para que los clientes se sientan a gusto.
No es lo mismo equipar los baños de un gimnasio que los de una cafetería, por poner dos ejemplos. Pero en ambos casos la forma de elegir qué poner va a requerir de un pequeño estudio de las necesidades de los clientes.
Mientras que en un gimnasio el propietario va a solicitar a un fabricante de soluciones para baño productos tales como secadores para el pelo o incluso pequeñas centrifugadoras en el caso de que haya piscina para que los bañadores estén totalmente secos, en un restaurante estas cosas ya no serán necesarias.
Pero lo serán otras como los cambiadores para bebés, que no se debe de olvidar que deben de instalarse tanto en baños de hombres como de mujeres o los dispensadores de productos higiénicos en el baño de mujeres. Estos elementos ayudan a que todos se sientan más cómodos y tengan la sensación de que, realmente, se ha pensado en todo.
Si estamos hablando de un restaurante, puede ser apropiado contar con dispensadores de toallitas perfumadas para que, tras lavarse las manos, puedan usarse y eliminar todo rastro de olor a comida. O incluso toallitas quitamanchas. Este tipo de productos suelen proporcionarse de manera gratuita. Sin embargo, otros artículos como los cepillos de dientes o los chicles pueden venderse y cobrarse.
Dentro del cuarto de baño es importante contar con secamanos apropiados. Los de aire son los más valorados por muchos clientes, pero solo si son lo suficientemente potentes como para secar realmente las manos por completo en muy poco tiempo. Si no, es preferible dispensar toallitas de papel para que puedan secarse las manos sin problemas.
En los restaurantes de más categoría los clientes pueden encontrar a su disposición toallas de tela que pueden tomar de una bandeja y, una vez usadas, dejar en un cesto para lavar. Estos cestos, incluso, pueden estar ocultos en la pared para que nadie tenga acceso a las toallas usadas y no se vean cestos que pueden resultar poco atractivos.
Los catálogos de los fabricantes de soluciones para baños pueden ser una buena fuente de inspiración si no tienes claro qué debes de instalar en el baño de tu local.