Cuando te pasas la vida de médico en médico llega un momento en que te cansas, sobre todo cuando no parece solucionarse el problema. Pero hay que seguir, no hay que darse por vencido para poder descansar, que tarde o temprano todo llega. Y os contaré mi experiencia para que entendáis que, aunque a veces nos equivoquemos, y los médicos se equivoquen, casi siempre se encuentra la raíz del problema.
Yo empecé con dificultades para dormir, dolores musculares, sobre todo en el cuello y también dolor de cabeza. Lo primero que hice fue ir al médico de cabecera que me recomendó un fisioterapeuta para ver si el problema podía ser de tipo cervical. Pero el médico de cabecera también sugirió un Dentista en Santiago por si acaso ya que por los síntomas también podría estar relacionado con eso. Pero a mí me pareció más acertada la opción del fisio y fui por ahí. Y la cantidad de tiempo que perdí por no haber probado las dos cosas desde el principio.
Por supuesto que la culpa de haberme retrasado en el diagnóstico no fue el fisioterapeuta, sino que fue cosa mía que tomé una mala elección. Ante la duda, ahora ya lo sé, lo mejor es probarlo todo, aunque a veces parezca que estás perdiendo el tiempo. Y es que nunca se sabe con los temas de salud. De hecho, yo terminé yendo al neurólogo. Como persistían los problemas de insomnio y los dolores de cabeza, finalmente pedí cita en un neurólogo para descartar otros problemas más graves. Hice algunas pruebas y el problema persistía.
Tras dos o tres citas y probar unas pastillas para dormir, fue el neurólogo el que me hizo volver a la casilla de salida. Él también me recomendó un especialista bruxismo Vigo. A esas alturas ya me valía cualquier cosa así que eso fue lo que hice. Y por fin di con la tecla. Después de explicarle los síntomas se comprobó que mi problema era un bruxismo nocturno del que yo, claro, no me daba cuenta. Así que con los temas de salud lo mejor es probar y descartar hasta encontrar la respuesta.