Las autocaravanas de ocasion se han convertido en el artículo más cotizado de cara no solo al verano, sino a la planificación de las vacaciones familiares de todo el año. Han pasado de ser algo que se veía en nuestras carreteras en su mayoría con matrícula extranjera, a ser algo muy habitual, sobre todo en las zonas en las que se realiza turismo de naturaleza o de playa.
Las razones del auge de las autocaravanas en un momento en el que el combustible no es precisamente barato hay que buscarlas en el ahorro que, aun con estos precios en alza, suponen y también en la comodidad que generan. Si bien el consumo de una autocaravana media ronda los diez litros por cada cien kilómetros, compensa totalmente al ahorrarse el pagar una habitación familiar o dos cuartos de hotel, como les sucede a familias con dos niños.
Para una familia, las vacaciones pueden suponer un presupuesto muy abultado si tienen que pagar un alojamiento y comida durante todos los días que quieran estar fuera de su hogar. Pero con una autocaravana la cosa cambia de manera sustancial, solo hay que pagar la parcela de un camping o similar y el gasto se reducirá al que se produciría estando en casa, más o menos.
Al estar en una parcela para autocaravanas tienen acceso a todos los servicios que esto supone, como la luz. Por aproximadamente mil euros, se puede disponer de una parcela para autocaravana en un camping durante todo un mes en temporada alta. Y esto es el gasto total para alojar a toda la familia. Las comidas se realizan en el propio vehículo y las compras pueden hacerse en supermercados de la zona, por lo que el gasto sería el mismo que estar en casa.
Muchas familias alquilan estas parcelas y acuden año tras año, estableciendo lazos con otra gente, haciendo que la estancia sea de lo más agradable y familiar. Al ser recintos cerrados, los niños pueden jugar con total seguridad y el relax es total.
Durante el invierno, la autocaravana es perfecta para escaparse en fines de semana o puentes para conocer diferentes lugares sin tener que reservar hoteles con anticipación. Y, cuando se viaja con niños, la comodidad de poder parar en un área de servicio para que coman, hagan la siesta o se relajen un rato jugando, no tiene precio.