Cada vez son más las personas que deciden contratar un seguro de salud familias debido a sus múltiples coberturas y a la tranquilidad que producen. Este tipo de póliza se especializa en asegurar la salud y bienestar de toda la familia frente a cualquier perjuicio físico, psicológico o económico que pueda sobrevenir.
En concreto, una de las principales coberturas de las pólizas familiares es el seguro dental, que abarca diversas intervenciones y tratamientos gratuitos y subvencionados por el Estado. Por lo general, el seguro de familia incluye las ortodoncias, las pruebas diagnósticas de radiología, la odontología preventiva, la odontopediatría, las extracciones de muelas del juicio o las prótesis e implantes.
Además, este tipo de seguro suele responsabilizarse de tratamientos y gastos vinculados a la gestación, como el seguimiento del embarazo, la asistencia en el parto y al recién nacido. En este sentido, las compañías aseguradoras establecen a menudo un periodo de carencia de ocho meses.
Por otra parte, los gastos derivados de la medicina preventiva forman parte de la mayoría de seguros de salud para familias. Se incluyen aquí los estudios ginecológicos, los chequeos generales y cualquier seguimiento médico que, en general, busque la prevención de enfermedades.
Otra de las coberturas habituales en seguros de familia se vincula con los perjuicios psicológicos. Así, la contratación de estas pólizas permite amortiguar los gastos derivados de sesiones de terapia, tratamientos farmacológicos, etcétera. Considerando que la demanda de atención psicológica se ha disparado un 30% en jóvenes desde el inicio de la pandemia, esta protección interesará a las familias con adolescentes.
Por último, la planificación familiar es una de las áreas más demandadas en los seguros de salud. Entre las coberturas relacionadas, destacan los análisis de infertilidad o las intervenciones como la ligadura de trompas y la vasectomía, aunque su alcance dependerá del plan contratado con la compañía de seguros.