Ha llegado el momento de cambiar de casa. Después de varios años en un piso de una sola habitación hemos decidido que necesitamos más espacio. Más espacios suponen más posibilidades, pero también nuevas dudas porque se requieren, obviamente, más muebles y un número mayor de elementos.
En la casa anterior teníamos dos grupos de ventanas que vestir: el mirador del salón y la ventana de la habitación. Ahora tenemos las ventanas de la cocina, la doble ventana del salón (es un salón esquinero) y las tres ventanas de las tres habitaciones. En total, seis grupos de ventanas. La zona que requiere una reflexión más profunda es el salón. Hemos pensado en unas cortinas verticales, ya que vimos por internet unas lamas tipo screen con formas más que interesantes. Pero antes de decidirnos debemos pensar en si son estrictamente necesarias las cortinas.
Se da la circunstancia de que es un salón con unas vistas bastante buenas. En frente, tenemos varias zonas verdes y al fondo edificios de oficinas: es un buen paisaje. Las cortinas cumplen una doble función: intimidad y protección. Pero en este caso, la intimidad no es necesaria ya que los edificios están a mucha distancia.
De cualquier forma, hemos estado mirando cortinas, por si acaso. Y hemos descubierto algunas opciones muy singulares: las cortinas verticales de tejido screen con formas son deliciosas. Pueden ser, por ejemplo, con formas curvas, como si fueran olas verticales lo que les da un toque fantástico.
El tejido screen no es el más barato del mercado pero ofrece muchos beneficios, es una combinación de poliéster y PVC que es muy fácil de limpiar y disminuye la presencia de microorganismos, especialmente indicado para personas con asma, por ejemplo.
Las ventanas de la cocina tampoco serán fáciles de vestir porque es una cocina bastante pequeña pero con ventanas grandes. Aquí hemos pensado en unos finos estores que protejan del sol, sin complicarnos demasiado.
Para el resto de habitaciones, en principio, seremos más tradicionales y colocaremos cortinas clásicas. Aunque quizás en la habitación de invitados hagamos algo diferente. Tenemos mucho tiempo para decidirnos…