UNA DESPEDIDA DE SOLTERO DIFERENTE

Hay un bar restaurante muy cerca del pueblo de uno de mis amigos que debe de tener un buen distribuidor de trucha congelada porque en ese sitio solamente se sirven dos platos, trucha o filete a la pimienta no hay más en donde elegir. En ese sitio celebramos la despedida de soltero de uno de mis amigos de la adolescencia, más que nada porque sus pueblos están muy cerca de allí y de este modo podía invitar también a sus amigos de sus aldeas. Al final vinieron pero eran un poco raros porque no se relacionaban con el resto de invitados. 

Ese día lo pasamos muy bien, primero alquilamos unas canoas en un lago para poder jugar entre nosotros en unas aguas que eran bastante seguras y además bastante calientes porque estaban a más de veinte grados. Después de estar jugando con las canoas un buen rato, fuimos a comer allí mismo en un bar en el que habíamos pedido la comida previamente y allí pasamos la tarde entre cervezas y baños en el lago. He de decir que me pasé casi toda la tarde nadando porque el agua estaba buenísima, aunque para algunos invitados que eran de Barcelona el agua estaba fría. No quiero saber entonces cómo está el agua en el mediterráneo en la zona de Barcelona porque yo he estado en Mallorca y me pareció que el agua era verdadero caldo. Por la noche cenamos en el bar que os comenté al principio, el que solo sirve trucha y filetes, y después conseguimos unas botellas y subimos a la montaña, ya que era allí donde íbamos a dormir. 

Como siempre casi todos al ver las camas decidieron ir a dormir pero yo y otros dos, incluido el de la despedida de soltero y fuimos a tomar unas copas al aire libre. Casualmente el de la despedida conocía al chico de seguridad que rondaba por allí y estuvo con nosotros un buen rato hablando de muy buen rollo, después nos dejó a nuestro aire hasta que nos fuimos a dormir y así terminó la despedida de soltero.