Los lunares son pequeños tumores que se forman en la piel cuando los melanocitos, células de pequeño tamaño pigmentadas, crecen apiñadas. En su gran mayoría tienen un carácter benigno, pero es muy importante tenerlos vigilados para asegurarse de que no cambian de tamaño, color o forma, lo que podría indicar que el lunar se está volviendo maligno.
Lo más recomendable es acudir al dermatólogo una vez al año para revisar los lunares y cada vez que podamos notar cambios o que un lunar comience a picar o a supurar. En algunas ocasiones, el dermatólogo puede recomendarnos quitar un lunar porque no le guste su apariencia y quiera que se analice o porque, aunque no tenga ningún síntoma que haga pensar en que es maligno, la zona en la que está situado hace que se roce con frecuencia y se irrite, siendo recomendable su eliminación.
En estos casos se acudirá a la consulta de Especialistas en dermatología médica quirúrgica en Vigo que se encargarán de realizar la extirpación del lunar y de analizarlo para asegurarse de que no es maligno. Esta intervención es rápida y muy sencilla y la cicatriz que queda es muy pequeña. En la mayoría de los casos acaba desapareciendo con el paso de los años hasta hacerse prácticamente imperceptible.
En el caso de que un lunar resultara ser maligno o al analizar uno de los extirpados se descubrieran células cancerígenas, el dermatólogo puede derivar al paciente a oncología para que sea un especialista en cáncer quién decida cuál es el tratamiento más adecuado. Aun en el caso de recibir esta mala noticia es importante señalar que este tipo de cáncer de piel suele ser poco agresivo y en muchos casos basta con extirpar el lunar y algo de tejido del alrededor a modo de prevención para solucionar el problema.
Pero para que esto sea suficiente es muy importante detectar el problema cuando todavía está comenzando y por eso se hace tanto énfasis en la necesidad de realizar revisiones anuales de la piel. De esta manera, cualquier cambio será detectado con rapidez y se evitará en la mayoría de los casos que el cáncer pueda avanzar e implicar más piel o dañar otros órganos.
Por último, es importante señalar que una de las formas de prevenir los problemas con los lunares es proteger la piel cuando se toma el sol usando un factor de protección alto.