Algunas personas disfrutan de un seguro de salud privado durante su vida laboral porque es algo que la empresa les proporciona. Sin embargo, una vez que se jubilan, dejan de tener ese derecho y deben de contratar un seguro por su cuenta. Pero, hasta hace relativamente poco, era muy complicado contratar un seguro privado cuando se tenía cierta edad, ya que las compañías dejaban de cubrir a sus asegurados. Hoy, esto ya no es un problema porque es posible la contratación de un seguro salud senior independientemente de la edad que se tenga.
El problema de las compañías de seguros con este tipo de pólizas es que argumentaban que al llegar a cierta edad, una persona comenzaba a requerir servicios médicos con mucha más frecuencia y, por tanto, dejaba de ser rentable el asegurarlos por los precios habituales. Pero ahora, lo que han hecho, es recortar servicios que alguien de la tercera edad ya no va a necesitar para poder personalizar este tipo de seguros acorde a las necesidades específicas del sector de edad. De esta manera, aunque el seguro continúa siendo más caro que el de una persona joven, se hace posible.
Cuando se contrata un seguro de salud privado, el precio suele aumentar cada año y, especialmente, a partir de los sesenta años. Algunos seguros tienen un límite de edad y otros, simplemente, encarecen tanto sus productos que dejan de resultar atractivos para los clientes. Por eso, ahora que sabemos que ya hay seguros para mayores con precios que es posible pagar, hay que buscar qué compañías los ofrecen y comparar las tarifas para hacerse con la que mejor encaje en la relación precio/ servicios. Así, se podrá seguir disfrutando de las ventanas de este tipo de servicios durante toda la vida.
Dado que no todas las compañías ofrecen este tipo de pólizas, es recomendable enterarse de cuáles sí lo hacen incluso si todavía no son necesarias. De este modo, si se contrata un seguro en una etapa madura de la vida, se puede optar por una compañía que nos permitirá estar con ella todo el tiempo, disfrutando del mismo cuadro médico y de los mismos hospitales. Se evita así tener que realizar un cambio, pudiendo disfrutar de los mismos servicios y así continuar los tratamientos iniciados y acudir a las consultas en las que ya tendrán nuestros expedientes médicos y antecedentes.