Ya ha pasado otro Black Friday y parece que la estrategia se consolida en España. Ya hace unos años que este día de descuentos llegó a Europa procedente de Estados Unidos. Se supone que este Viernes Negro (cuya denominación todavía es un poco misteriosa) es un día de compras en Estados Unidos porque llega justo al día siguiente de la fiesta de Acción de Gracias, un evento tradicional en Norteamérica en el que se junta toda la familia. Como ese día es fiesta y siempre se celebra de jueves, al día siguiente muchos salen de compras para ir adelantando la Navidad.
Fue como así el comercio al por menor en Estados Unidos vio una oportunidad de negocio y empezó a institucionalizar ese día promocionando muchos productos a través de ofertas. Y con la llegada de la era de internet y la pujanza del comercio electrónico el Black Friday alcanza su punto culminante.
En mi caso, yo no soy de los que disfruta mucho de las muchedumbres en rebajas, así que no se me pasó por la cabeza acudir “físicamente” al Black Friday. Pero sí que estuve muy atento a internet. Miré sobre todo Ofertas Lavadoras y secadoras baratas. Mi lavadora ya no da más. El otro día se autodestruyó la rosca de los programas de lavado: fui a escoger el programa 4 y me quedé con la rosca en la mano y ya no hubo manera de moverla. Ya no podía poner otro programa que no fuera el 4…
Pero aparte del tema de la rosca, es una lavadora bastante vieja que tampoco es que haya dado un resultado muy bueno. Conclusión: había que comprar una lavadora. En diversas tiendas de internet pude ver muchas Ofertas Lavadoras y secadoras baratas. No buscaba tampoco algo de última generación, pero sí quería una lavadora un poco mejor. Estaba convencido también en cambiar de marca porque la anterior no dio el resultado esperado.
Tras algunas comparaciones de precios di con la tecla: y es que es cierto que el Black Friday tiene algunos trucos, pero si sabes buscar siempre encuentras algunas gangas. Y yo tuve suerte: por fin tengo lavadora… sin rosca: es todo digital.